ARROZ CON LECHE-PIÑA | JUGO DE CONCHA DE PIÑA
Estamos en época de cuarentena debido a la amenaza que ha generado el coronavirus en todo el mundo. Hay lugares, como en Europa, en donde ya tienen más de un mes en aislamiento y por lo que se evidencia, esto pinta para largo.
Es por esta razón que tenemos que empezar a optimizar el uso de los alimentos que estamos consumiendo, porque no sabemos (sin ánimo de ser pesimista) cómo vaya a ser la distribución de comida para las semanas que se avecinan.
Por esta razón me he puesto a inventar en estos días, teniendo en cuenta algunas recetas que ha hecho mi mamá. Y es que la piña es una fruta extraordinaria que además de ser diurética, es súmamente versátil. Así que con esta fruta he logrado sacar hasta tres platos de comida (y bebida) de una sola piña. ¿Qué tal?
Tú me dirás, ¡pero si solamente veo dos platos allí Daniel! Es cierto, porque las rodajas de piñas me las comí antes de pensar en hacer este post. Así que te dejo la receta de un riquísimo arroz con piña-leche y un rico jugo de concha de piña. Por favor a mis amigos del sur, no se sientan ofendidos. Ustedes mejor llámenla cáscara de piña.
Aprovecho para dedicar esta receta a mi comadre Leidy quien siempre me dice que estas recetas de mis viejos no son nada accesible. Pues bueno, vaya para usted mi coma.
Ingredientes
1 piña grande
Para el jugo de cáscara de piña
Cáscara de la piña
1 1/2 litro de agua
4-5 Cucharadas de azúcar
Para el arroz con leche-piña
Cáscara de la piña
1 litro de agua
3 Cucharadas de azúcar
1/2 taza de arroz
1/2 taza de leche
200 gramos de azúcar
25 gramos de mantequilla
Canela al gusto
Preparación
Rodajas de piña
Nuestro ingrediente primordial es una piña grande o de mediano tamaño. Primeramente quita la corona con mucho cuidado. Gírala y tira de ella.
Luego lava con un cepillo y abundante agua toda la cáscara de la piña, para quitar cualquier suciedad.
Con la ayuda de un cuchillo filoso, corta la cáscara tratando de no quitarle mucha pulpa a la fruta. Esa misma cáscara, córtala en trozos más pequeños y resérvalos.
Una vez desvestida la piña. Corta en rodajas. Puedes disfrutarla durante el desayuno o en la merienda.
Aunque seguramente me dirás: ¡pero esas rodajas sirven para hacer jugo! Y es cierto, pero te voy a presentar otra forma de hacer jugo de piña de muy rico sabor y que además te permitirá usar partes de la piña que siempre daban al pote de basura.
Jugo de cáscara de piña
¿Recuerdas las cáscaras que reservaste? Bueno, ahora las vas a agarrar y cortar en trozos pequeños y vas a colocarlos en una olla con un litro y medio de agua a cocinar y tápala.
Una vez que hierva, déjala cocinar 15 minutos más.
Retira del fuego y licua las cáscaras con la mitad del vaso de la licuadora lleno del agua hervida.
Cuando la cáscara se haya troceado, apaga y cuela el líquido con la ayuda de un colador. Para facilitarte la extracción del jugo, con la ayuda de una cuchara exprime el residuo de líquido de las conchas trituradas. Estas trituras, resérvalas.
Una vez que termines de trocear todas las cáscaras. Agrega la azúcar y mezcla enérgicamente hasta diluir toda la azúcar. De ser necesario agrégale más dulzor.
Refrigera por par de horas y disfruta de un refrescante jugo de piña. Te aseguro que te va a encantar y que podrás disfrutar con un postrecito que será su acompañante ideal.
Arroz con leche-piña
A estas alturas, esta receta me recuerda a la canción de Serenata Guayanesa "Con real y medio". Pero resulta que sí. Las cáscaras ya triturada con las que hicimos el jugo, las vamos a meter nuevamente en una olla con un litro (litro y una taza, más o menos) a hervir con 10 toques o golpes de canela y tres cucharadas soperas de azúcar.
Una vez que hierva, déjalas media hora más hirviendo. A estas alturas, la fragancia que emanará, será un delirio total.
Al cumplirse el tiempo, realizaremos la misma operación de licuar las cáscaras para triturar los trocitos que queden de la cáscara de piña y añadimos la media taza de azúcar. Una vez hecho esto, reservamos.
En la olla, donde hervimos los trozos de cáscara, colocamos la margarina y dejamos que se derrita. Luego incorporamos la leche y removemos enérgicamente. Seguidamente añadimos el arroz y el licuado de las cáscaras.
Reducimos la llama a fuego lento y dejamos cocinar por 40 minutos, removiendo cada cierto tiempo para que no se pegue la mezcla en la olla.
Una vez que pase el tiempo, probamos la consistencia del arroz. Cabe destacar que ésta debe ser blanda. De estar listo, apagamos y dejamos reposar.
Sírvala fría, aunque tibio también es un manjar de dioses.
Espero que les haya gustado, pero eso sí. Les pido encarecidamente que si llegan a hacer esta receta, por favor me pasan las fotos y sus comentarios para compartirlo con toda nuestra comunidad.
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